lunes, 9 de marzo de 2015

La Palabra de Su Gracia - Parte 8

En Hechos 14 dice que Pablo estaba predicando el Evangelio:
Hechos 14:7-10
7 y allí predicaban el evangelio.
8 Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado.
9 Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,
10 dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.
El hombre hizo tres cosas y Pablo hizo tres cosas. Pablo predicó, el hombre oyó. Pablo veía, el hombre tenía. Pablo dijo, el hombre saltó.
Así es, Pablo vio que el hombre tenía fe para ser sanado.
Ahora, ¿de dónde vino esa fe para ser sanado? Por el oír.
Pero una de las cosas más impactantes para mí en este versículo es que el hombre tenía fe para ser sanado, pero no estaba sanado. El tenía que actuar conforme a lo que estaba en su corazón.
Llega un punto que la persona tiene que aceptar el mensaje; y la fe viene ahí por el oír y el por la Palabra. Pero la persona no solo acepta el mensaje, sino que tiene que levantarse y actuar sobre el mensaje.
Y Pablo sabía esto, veía que tenía fe para ser sanado. Por esta razón cuando ministramos sanidad motivamos a la persona para que algo que no podía hacer antes, un paso de fe.
Porque hay mucha gente que está sentada, escucha la Palabra y la fe llega. Cuando la Palabra está predicada, la fe siempre está presente, a menos que la persona rechace por sus valores iniciales la Palabra que está predicada.
Cuántas veces hemos visto gente que cuando tratamos de predicarles o testificarles, y ellos sencillamente son como la computación, cuando tratamos de programar algo que no podemos programar en la computadora y lo desecha. Es como tratar de entrar en su Facebook sin la clave correcta. Tu pones una clave incorrecta y no te deja entrar. Lo peor es cuando tienes 6 o 7 claves para diferentes cosas y te preguntas cual es esta. Hay que pasar por la lista, es esta o es esta.
Volviendo al pasaje, no creo que la persona pensaba en saltar, solamente reaccionaba por la fe que tenía en su corazón por lo que habla oído.
Pero aquí nosotros tenemos un problema que puede surgir, que la persona está ahí y escucha la Palabra, y el ministro le dice: “Ahora, actúa conforme a tu fe.” Que no actúe para tener fe porque ya tenía fe. La fe viene por el oír y él había oído.
¿Qué había oído? Evidentemente de la redención, que incluye la enfermedad por lo que hemos sido redimidos de la enfermedad. ¡Incluye todo!
Como el hombre estaba imposibilitado de los pies y jamás había andado en ese momento tenía que creer en la obra terminada de Cristo.

En ese momento que Pablo ve que la fe ha llegado la persona tiene que actuar.