viernes, 13 de febrero de 2015

La Palabra de Su Gracia - Parte 6


Vayamos a Hechos 14:
Hechos 14:1-7
1 Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos.
2 Mas los judíos que no creían excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
3 Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios.
Dios siempre va a confirmar la Palabra de Su Gracia.
4 Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles.
5 Pero cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos,
6 habiéndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina,
7 y allí predicaban el evangelio.
¿Qué estaban predicando ellos? El Evangelio de Su Gracia. En otras palabras estaba predicando la obra terminada de Cristo.
La razón por la que repetimos esto es porque la gente es porque la gente es como las computadoras, que cuando algo les sucede vuelve a sus valores iniciales (o por defecto).
No muestra cuales son esos valores pero vuelve, y es así con la gente. Si la gente no ha captado lo que es la gracia de Dios, y este es el Evangelio de la Gracia de Dios, cuando viene la presión de la vida o del enemigo, ellos tienen la tendencia de volver a sus valores iniciales.
Así que lo que hay que hacer es cambiar los valores iniciales hacia lo que está escrito en la Biblia acerca de la obra completa de Cristo Jesús. Y esto requiere a veces un poco de tiempo porque los valores iniciales muchas veces luchan en contra.
Esto es lo que estaba pasando con los judíos, ellos tenían sus valores iniciales, que aunque habían sido establecidos por Dios, también tenían su tiempo límite. Tenía su principio, pero también tenía su fin.
No estamos hablando mal del sistema, ya que había sido puesto por Dios, pero tenía su principio y tenía su fin.
Además tenía su propósito, que no era para darnos vida ni sacarnos de la muerte pues no tenía el poder para hacerlo. Ni tampoco tenía poder para darnos la promesa. Porque si hubiera sido así, Cristo Jesús hubiera muerto en vano. Pero Jesús no vino en vano.
En la vida las personas escuchan y escuchan algo que suena bien y ellos se gozan. Pero si ellos no toman el tiempo para cambiar sus valores iniciales conforme a la obra terminada de Cristo Jesús, volverán a ellos.

Cada vez que una persona lee la Biblia debe hacerlo con los lentes de la obra de Cristo Jesús.

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