miércoles, 7 de enero de 2015

El Evangelio de la Gracia de Dios - Parte 6


Nota lo que dice aquí en Romanos 8:2: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado….”

Escúchame, si te levantas cada mañana, y aunque no hayas fallado, tú oras a Dios pidiéndole perdón y arrepintiéndote, quiere decir que todavía la conciencia de pecado está reinando en tu vida.

Si piensas que no eres suficientemente digno, por una falla, para recibir la plenitud de Dios, todavía tienes una conciencia de pecado que está reinando en tu vida.

Y si tú piensas que tienes que tienes que arrepentirte y que tienes que sufrir para merecer algo de Dios todavía tienes una conciencia de pecado que está reinando en tu vida.

Si no tienes osadía para entrar en el trono de la gracia y recibir el socorro en el tiempo oportuno todavía tienes una conciencia de pecado que está reinando en tu vida.

Si piensas que tienes que pagar para ser aceptado por Dios y tienes que hacer un pago y hacer algo para que Dios te bendiga todavía tienes una conciencia de pecado que está reinando en tu vida.

Y la verdad es que todavía nos has sido totalmente liberado en tu mente, porque donde hay un poquito de conciencia de pecado, el pecado tiene sus garras en ti.

Pero gloria a Dios, cuando sepas, que sepas, que eres tan justo como Cristo Jesús. Cuando tú sepas que por la sangre preciosa de Cristo Jesús tu justicia es la justicia de Él, y que Dios te ve como un hombre justo que jamás ha tenido relación con el pecado, entonces entenderás que puedes entrar en la presencia de Dios sin condenación, sin sentir culpa, sin sentir inferioridad, sin temor.

Por esta razón la fe no es una lucha, la fe es algo espontáneo, la fe es lo que ya sabemos, yo entro con osadía sabiendo que Dios me va a responder.

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