lunes, 15 de diciembre de 2014

El Evangelio de la Gracia de Dios - Segunda Parte


En Gálatas 1:6 Pablo dice: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.”

¿Cuantos se dan cuenta que en realidad no lo hay pero hay? Digamos, no hay un evangelio diferente pero algunos predican un evangelio diferente, aunque hay solamente un evangelio, y por eso, Pablo les dice que han predicado un evangelio diferente.

Por eso debemos marcar claramente el evangelio de la gracia de Dios, el evangelio de Jesucristo.

Sigamos leyendo hasta el versículo 8: “No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.”

Piensa un ratito en el apóstol Pablo, que había dicho en otro lugar que todos iban a ser juzgados por “mi evangelio” (Romanos 2:16). Y luego dice que si una persona predica un evangelio diferente al que ha anunciado sea anatema; es decir sea cortado.

Lo que Pablo está diciendo realmente es: “Mi evangelio es lo correcto, hay que seguir mi evangelio, él que les he anunciado.”

Sigamos leyendo Gálatas 1:

Gálatas 1:9-16
9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;
12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;
14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.
15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,
16 revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles….

Nota aquí, cuando habla de revelar, aquí está hablando de su llamado. La revelación del Hijo de Dios, Jesús, en él; es decir Jesucristo fue revelado en él para que les predique de Jesucristo a los gentiles. Por eso, todo el mensaje del apóstol Pablo es acerca de Cristo Jesús.

Jesús dijo: “Todos los profetas y la ley hablan de mí.” 

Todo lo que hablamos, cuando hablamos de doctrinas, si por ejemplo usamos fe como doctrina. La palabra “doctrina” no está mal, a menos que se vuelva una ley, o una norma, o una manera de operar. 

Hay dogmas y doctrinas en la iglesia. 

Hay gente que dice: “Nosotros creemos en el bautismo con el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas; y esta es una doctrina de la iglesia, y si no tienes esta experiencia te puedes ir al infierno.” 

Pero esa doctrina no está bien; porque han puesto la salvación basada en recibir el bautismo con el Espíritu con la evidencia de hablar en otras lenguas, no en Cristo Jesús.

Digamos, cada doctrina de la iglesia debe enfocarse en Cristo Jesús. Si no está enfocada en Él es una doctrina errada.

Pablo, hablando de la resurrección de Jesucristo, predicaba a Cristo Jesús crucificado conforme a las Escrituras, sepultado conforme a las Escrituras, y resucitado conforme a las Escrituras.
Sin importar lo que hablase, su mensaje era Jesucristo crucificado, sepultado y resucitado. Su mensaje estaba enfocado en Cristo Jesús.

Todo lo que hablaba en cuanto a la fe, en cuanto a la sanidad (aunque no hablaba mucho acerca de la sanidad), o la santidad; todos estos temas se enfocaba en la persona de Cristo Jesús.

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